jueves, 13 de noviembre de 2014

La clonacion en México

“Los mexicanos vivimos no sólo en una época de cambios, sino en un verdadero cambio de época que transforma los referentes tradicionales de la existencia individual y colectiva en mayor o menor medida. Estos cambios son amplios y profundos e involucran todas las dimensiones de la vida” Muchos de estos cambios se explican a la luz del proceso de globalización. Las naciones son cada vez más interdependientes y la comunicación se ha intensificado de forma impresionante. Los descubrimientos biotecnológicos, entre los que se cuenta la clonación, se difunden con mayor facilidad; no así los criterios éticos que deben regularlos; con mayor razón si estos descubrimientos y técnicas de intervención sobre la vida vegetal, animal y humana se vinculan a intereses ideológicos, políticos o económicos.3. Nuestra Nación, obviamente, no puede estar al margen de estos acontecimientos, que deben ser iluminados con la luz del Evangelio para que el progreso tenga un rostro humano. Nuestra fe en Cristo nos lleva a discernir la realidad para comprenderla mejor, y esa fe “no sólo no impide sino que abre la inteligencia a nuevos y amplios significados teológicos, filosóficos, antropológicos y sociales, en diálogo permanente con la ciencia y la técnica”. 4. La situación actual por la que atraviesa nuestra Nación, presenta en el campo de la ciencia y de la técnica “aspectos positivos y aspectos negativos: signos, los unos, de la salvación de Cristo operante en el mundo; signos, los otros, del rechazo que el hombre opone al amor de Dios” . Hay luces y sombras que nos revelan que la historia no es simplemente un progreso necesario hacia lo mejor, sino más bien un acontecimiento de libertad. Se sigue de ahí que solamente la educación en la verdad y en el amor enraizada en la fe puede conducirnos a adquirir la capacidad de interpretar los ‘signos de los tiempos’ , para formarnos un juicio crítico capaz de discernir los verdaderos valores y sus auténticas exigencias, condición fundamental para la construcción de la nueva cultura de la vida.No se trata de enfrentar la fe con la razón, pues: “La fe y la razón (Fides et ratio) son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad y, en definitiva, de conocerle a Él -Dios- para que, conociéndolo y amándolo, pueda alcanzar también la plena verdad sobre sí mismo (cf. Ex 33, 18; Sal 27 [26], 8-9; 63 [62], 2-3; Jn 14, 8; 1Jn 3,2)”. 5. Fundados, pues, en la razón y en el Evangelio, consideramos oportuno decir una palabra acerca del tema de la clonación y de los principios éticos que deben observarse siempre en este campo, ya que no todo lo técnicamente posible es éticamente admisible. Las siguientes reflexiones no tienen la pretensión de oponerse a los avances de la ciencia y de la biotecnología, ni desconocer la necesidad de garantizar la libertad de investigación. 

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